La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) responsabilizó el miércoles a soldados mexicanos de la muerte en abril de dos niños en el norte del país al disparar a discreción contra la camioneta en que viajaban con su familia.
El presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, dijo que la investigación propia concluyó que no tiene "sustento" la afirmación de que los menores de 5 y 9 años murieron en un fuego cruzado en un presunto enfrentamiento con sicarios del narcotráfico, como ha sostenido la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, dijo que la investigación propia concluyó que no tiene "sustento" la afirmación de que los menores de 5 y 9 años murieron en un fuego cruzado en un presunto enfrentamiento con sicarios del narcotráfico, como ha sostenido la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Plascencia aseguró que los militares involucrados alteraron el lugar de los hechos "para justificar una legítima defensa, lo que es inadmisible", y llamó a la Sedena y la Procuraduría General de la República iniciar una investigación para castigar a los responsables, además de indemnizar a los familiares de los menores.
Funcionarios de la Sedena que pidieron no ser identificados dijeron que la dependencia debía recibir formalmente la información por parte de la CNDH antes de emitir algún comentario.
El incidente se registró el 3 de abril en una carretera del estado norteño de Tamaulipas. El reporte fue de una agresión contra una camioneta donde viajaban 13 personas. En el hecho murieron los niños Martín y Bryan Almanza Salazar, y cinco de sus familiares resultaron lesionados.
El gobierno dijo desde el principio que fallecieron en un enfrentamiento contra sicarios, aunque los padres de los niños aseguraron que habían sido atacados por militares.
Casi un mes del ataque, la Sedena presentó los resultados de una investigación y afirmó que los menores murieron por esquirlas de una granada que lanzaron miembros del crimen organizado e impactó en su vehículo.
Plascencia dijo que la versión de la Sedena "no tiene sustento ni apego a las evidencias" que obtuvo la CNDH.
Refirió que según diversos testimonios que recabó, se concluyó que la escena fue alterada y que incluso la camioneta de la familia fue baleada nuevamente cuando sus ocupantes ya la habían abandonado, en un aparente intento por cambiar la versión de los hechos.
"Las víctimas no opusieron resistencia ni realizaron algún tipo de ataque a los elementos militares, lo que revela un uso arbitrario de la fuerza pública", subrayó el presidente de la CNDH.
El gobierno del presidente Felipe Calderón mantiene desde diciembre de 2006 una ofensiva contra el crimen organizado, y el ejército ha sido uno de los pilares en esa batalla.
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